Reflexión 30 de Octubre

Buenos días en el Día del Señor.
Es hermosa la imagen que nos presenta el evangelio de este domingo XXXI del Tiempo Ordinario. Jesús se encuentra con Zaqueo, Jefe de publicanos y rico, apunta el evangelio.
Zaqueo, cuando supo que venía Jesús, se subió a un sicomoro porque era pequeño de estatura, y dice el evangelio que: “Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa”.
Zaqueo se puso muy contento y los demás “murmuraban diciendo: Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador”.
Tras las explicaciones que le da Zaqueo al Señor, “Jesús le dijo: Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán”. Y continua el Señor diciendo lo que a mí me parece es lo más significativo para fijarnos: “Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.
Para nosotros estas palabras son un estímulo para lo que es el propio compromiso bautismal, esto es, la evangelización en la que tenemos que participar para llevar a todas las personas al encuentro con Jesús, porque el ‘Hijo del Hombre’, la Iglesia hoy y tu miembro de ella, Cuerpo Místico de Cristo, ‘ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido’.
En estos tiempos que nos tocan vivir y sin ir lejos del propio entorno, seguro que hay personas que el Señor Jesucristo quiere ‘buscar y salvar’. Por ello tendremos que reflexionar sobre nuestra actitud de transmitir la Fe, de avivarla, en aquellos que aún la necesiten.
Al Señor Resucitado reza hoy nuevamente por las necesidades materiales y espirituales de todos los Hermanos, que aquí nos volvemos a encontrar en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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