Reflexión 18 de Octubre

Buenos días.
El historiador y filósofo griego Plutarco, tiene una frase que puede iluminar la reflexión de este día; él dice: “Si hacéis amistad con un cojo, aprended a cojear”.
Es bastante expresiva para tomar conciencia de hasta qué punto es necesario identificarse con el prójimo para poder: comprenderle primero, y después ser capaz de darse cuenta de sus necesidades en razón de las circunstancias y limitaciones que le acompañan.
No es fácil entender a las personas cuando uno se mantiene en su ‘castillo interior’, afanado por conseguir sus objetivos que son tantas veces proyectos únicamente personalistas, ya que solo buscan el interés personal, sin proyección alguna en beneficio de los otros.
La soledad, tantas veces no deseada, que lleva a la persona a situaciones de tristeza cuando menos, podrá, quizás, tener la causa en la falta de atención de los otros que no entendieron esta circunstancia, pero también puede ser causa del comportamiento propio cuando se debió establecer amistades con las exigencias que plantea Plutarco: “Si hacéis amistad con un cojo, aprended a cojear”.
La fraternidad cristiana pide identificarse con los Hermanos en sus necesidades de la forma que en nosotros es posible cada día: rezar a Dios, nuestro Padre, con Fe y Esperanza, para que su Gracia colme esas necesidades y encuentren la mejor solución; todo ello confiándolo también a la intercesión de María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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