Reflexión 26 de Octubre

Buenos días.
En los comportamientos que se tienen en la convivencia humana, generalmente las personas se fijan en las actitudes, en los gestos y en los hechos de los otros, sin darse cuenta que no pocas veces esos comportamientos ajenos pueden estar motivados e incluso provocados por los de uno mismo.
Encontramos en Publio Siro una amonestación muy acorde a lo que estamos planteando: “Cuídate de que nadie te odie con razón”.
Ciertamente es malo sufrir el odio, el rencor, la envidia, o cualquier otro de esos malos sentimientos que se generan en el corazón del hombre, pero lo peor es que cualquiera de estas pasiones del corazón las originen las actitudes de uno mismo; por eso será necesario reflexionar en los propios comportamientos para asegurarnos que de ninguna manera se es causa de las malas acciones o sentimientos del otro.
Publio Siro fue un escritor latino de la antigua Roma. Era nativo de Siria y fue hecho esclavo y enviado a Italia, pero gracias a su talento se ganó el favor de su amo, que lo liberó y educó.
Qué interesante y provechoso es asomarse a los historiadores, escritores y dramaturgos de Grecia o de la antigua Roma, para entender y conformar en nuestra propia cultura lo que son sus raíces.
Pues volviendo a reiterar una vez más la necesidad que tenemos de vigilar y cuidar la propia vida en todas sus dimensiones, comprendamos que es una exigencia del propio Señor Jesucristo y trabajemos por mantener vivos los consejos evangélicos: Mt 5,13-16 y Mc 12,31, entre otros.
No dejes, por favor, de rezar hoy al Espíritu Santo, para que ilumine y fortalezca en sus intenciones y necesidades a todos los Hermanos, que volvemos a encontrarnos aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es