Reflexión 25 de Junio

Buenos días
El MIEDO es mal compañero de camino. 
Somete a quien lo sufre a una angustia considerable, que produce diferentes síntomas que pueden desestabilizar a la persona en mayor o menor intensidad.
En el Evangelio encontramos varias exhortaciones del Señor Jesús a NO TENER MIEDO.
Él fomenta en nosotros la CONFIANZA en su Padre Celestial y en Él mismo, en definitiva, en la SANTÍSIMA TRINIDAD.
El MIEDO es un arma que utiliza el demonio para hacer todo el daño que pueda.
Busca meter a la persona en una dinámica que la desestabilice y la arrastre hasta donde pueda; si es hasta la depresión, estupendo, si es a un bloqueo grande que límite su vida considerablemente, mejor.
Su objetivo es siempre el mismo: DIVIDIR Y DESTRUIR.
Divide a la persona en su yo personal, para desde ahí dividir todo lo que se pueda: familia, entorno social o laboral, etc.
Y a partir de la DIVISIÓN aparecerá la DESTRUCCIÓN, siguiendo los mismos esquemas, la misma hoja de ruta.
Escucha al Señor Jesucristo: "NO TENGÁIS MIEDO"
Recuerda que el Papa San Juan Pablo II, comenzó su Pontificado con aquel grito en la Plaza de San Pedro: ¡¡¡No tengáis miedo. Abrir las puertas a Jesucristo!!!
Es muy importante tener esto muy claro: El miedo nunca ayudará a cumplir BIEN con el deber.
Hoy esperan las necesidades de los Hermanos tu ORACIÓN, no tardes de presentarla ante el Señor a través de María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
www.materchrisri.es