Reflexión 20 de Diciembre

Buenos días
Como estamos viviendo estos días marcados por la ESPERA del Nacimiento del Niño Dios, quisiera hoy también hacer alguna consideración sobre esta cuestión del SABER ESPERAR.
Es muy típico ver una postura que tomamos las personas algunas veces, la denominada "cruzarse de brazos".
Es una postura común cuando las personas están en actitud relajante o pensativa, pero como expresión se interpreta como quedarse quieto a "verlas venir" y no querer hacer nada ante una situación concreta.
Sin duda que este "esperar cruzado de brazos" está manifestando una actitud bastante mala para quien lo hace y para los que se ven afectados, pues nunca hay razón para la desesperanza, ni para hacer que se pare el ritmo de la vida por muy mal que se ponga.
Por mucho que insistamos, siempre será poco sobre la importancia que tiene practicar y vivir la Virtud Teologal de la ESPERANZA.
Hemos de recordar que mientras caminamos por este mundo, se nos dieron Tres Virtudes Teologales que están a pie de igualdad, porque las tres nos son igualmente necesarias ahora.
San Pablo nos enseña que al final de la vida terrenal la CARIDAD resultará ser la más importante, porque será la que permanezca al ser el AMOR del mismo DIOS, en el que viviremos por toda la eternidad.
Pero ahora la CARIDAD es necesaria e importante con la FE, pero sin la ESPERANZA, tanto la una como la otra pierden su dinamismo.
Os INVITO una vez más a ver si la ESPERANZA mueve tu VIDA, o si por el contrario, mantienes tu VIDA escandalosamente pegada a la tierra, sin dejarla que te hable de la única VERDAD que tenemos por delante: llegar al CIELO donde nos ESPERA la SANTÍSIMA TRINIDAD, para VIVIR eternamente en su GLORIA.
Ayudemos ya a los Hermanos, con nuestra oración de hoy, para que alcancen bendición todas sus necesidades. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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