Reflexión 17 de Diciembre

Buenos días 
La ambición es una pasión que aparece en las personas con alguna frecuencia.
Aunque es verdad que en ciertas personas es como una constante en sus vidas, pero cierto es también, que las hay todo lo contrario. Pues es muy negativo cuando se encuentra a alguien que sus aspiraciones son muy pocas o de escasa importancia.
Prefieren que en su vida no pase nada, porque no quieren problemas, o sufrimientos, o molestias, o cualquier cuestión que perturbe su vivir, aunque por otra parte no sea una vida feliz, ni mucho menos.
La vida de cada uno ha de gobernarla el propio interesado, pero lo que ha de pedírsele es, al menos, que quiera gobernarla como es su obligación, y  además, que quiera hacerlo.
Y aquí es donde tropezamos con la dificultad apuntada: poder esperar y desear de toda persona, que no sea ambiciosa de forma enfermiza, que todo lo lleva por el único camino de su interés, que tenga una ASPIRACIÓN suficiente para lograr objetivos de importancia para su vida y para el Servicio a los demás.
¡Qué difícil nos es mantener el EQUILIBRIO en cualquiera de los aspectos de la vida!
La ecuanimidad, la mesura, la sencillez..., pero aunque no sea fácil, SÍ SE PUEDE LOGRAR. ¡ADELANTE!.
Reza por los Hermanos. Hoy necesitan que le cuentes a la Virgen Santísima sus necesidades, aunque tú no las sepas, pero Ella sí. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
www.materchristi.es