Reflexión 3 de Marzo

Buenos días. 
Os propongo hoy hacer realidad en nuestras vidas, esta invitación del Maestro: "Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra" (Mt 5,4).
La MANSEDUMBRE habla de DOCILIDAD al Amor y a la Voluntad de Dios. 
Y esta docilidad exige en la persona lo que podríamos denominar EQUILIBRIO.
Equilibrio en el carácter.
Equilibrio en la valoración de las cosas.
Equilibrio en los comportamientos.
Lo cual significa que siempre será la VERDAD y la RECTITUD de conciencia, las que prevalezcan en los actos y juicios ante los que se han de responder. 
Conoces el Orgullo?Conoces la Irá?
Conoces la Soberbia?
Con ellas no puede haber 'mansedumbre'.
Mucho más se puede decir de esta gran virtud que es la mansedumbre, que también es: sometimiento, ecuanimidad, sensatez, mesura..., pero lo que importa es que acojamos en el corazón, con un buen espíritu cuaresmal, esta Bienaventuranza, y trabajemos por vivirla. 
Animo!!! Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, que la Virgen nos protege porque nos Ama. 
Ah! Y no olvides rezar por el resto de los Hermanos. AMÉN.