Reflexión 7 de Febrero

Buenos días.
Enseñar al que no sabe, primera Obra de Misericordia del grupo de las espirituales, no es tan sencilla como aparece a simple vista.
La clave de este enseñar al que no sabe estará en qué es lo que no sabe y necesita para poder gobernar su vida conforme la situación en la que se encuentre.
También se habrá de considerar que para enseñar se debe saber lo que hay que enseñar, y aquí se puede encontrar una disculpa para no mover un dedo ante la necesidad que presenta la persona a la que hay que enseñar.
Pero si nos salimos de las ciencias humanas y nos circunscribimos al ámbito de la Fe, entonces no tendremos excusa para practicar esta Obra de Misericordia, toda vez que cada cristiano, que recibió la Fe en el Bautismo, debe tener una formación suficiente para transmitir la Fe Profesada, que abarca todo lo que es el sentir y vivir el evangelio que nos transmitió el Señor Jesucristo.
Las Obras de Misericordia son una de tantas exigencias de la Fe que cada bautizado debe practicar, por ello se convierten en una llamada fuerte a disponer en la propia vida de todo aquello que sea necesario en la formación y en la experiencia de vida.
Enseñar al que no sabe puede tener una apariencia muy lírica, pero en cambio su exigencia para cualquier cristiano es tan grande como determinante, máxime en tiempos como los que corremos.
Con tu oración podrás ayudar a todos los Hermanos en sus necesidades. Hazla, como ellos la esperan de ti, a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es