Reflexión 4 de Febrero

Buenos días.
Hoy es primer sábado de mes y bien está que nos fijemos en aquella invocación de las Letanías Lauretanas, en la que se invoca a María como Refugio de los pecadores.
Bien es verdad que todos somos pecadores, como el Señor Jesús dejó constancia en aquella sentencia: “El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra” (Jn 8,7), pero no siempre estamos ni en condiciones de reconocerlo, de aceptarlo y, por supuesto, de confesarlo.
Por otra parte están aquellos pecadores completamente apartados del Señor, en cuyas conciencias estará la verdad que cada uno quiera reconocer, pero que no quieren, pueden o saben, acercarse a Dios.
En todo caso, la Santísima Virgen es Refugio de los pecadores porque los acoge a todos, más allá de lo que cada uno de ellos quiera o no aceptarla.
Tenemos muchas muestras de lo que decimos en sus diferentes manifestaciones, pues continuamente está pidiendo la ayuda, particularmente con la oración y la penitencia, para que los pecadores se conviertan y vuelvan a la Casa del Padre.
Por ello, hoy fijémonos en esta actitud de la Virgen María en su acogida a los pecadores sin distinción de ningún tipo, y veamos en el propio corazón cómo es la actitud de cada uno ante los pecadores, si verdaderamente ayudamos a la Virgen rezando por su conversión, si aceptamos a aquellos que más conocemos por su proximidad o por el contrario, rechazamos, más o menos, a todos los que no viven conforme la Ley de Dios o conforme a lo que nuestro parecer juzga, tengamos o no razón.
En todo caso hoy es día de reparación al Inmaculado Corazón de María, por todas las ofensas e injurias que recibe tan frecuentemente, por ello ofrezcamos lo mejor que podamos por esa intención.
Y es a su Corazón Inmaculado al que te pido que reces en favor de todas las intenciones y necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es