Reflexión 14 de Febrero

Buenos días.
La convivencia de las personas está construida sobre los valores del amor, de la comprensión y de la entrega.
Hay otro valor que conviene considerar: la obediencia, que siempre está en juego porque habrá una autoridad de referencia; pero esta obediencia debería estar sostenida siempre por el amor.
Lo importante es que la corriente de amor que se establezca entre las personas que conviven sea auténtica, de forma que se llegue a la conclusión práctica que expresa Alejandro Casona en la Obra ‘Los árboles mueren de pie’.
Allí dice: “En el verdadero amor no manda nadie, obedecen los dos”, pues en aras de ese amor se puede renunciar a cualquier cosa que pueda ser obstáculo de la buena y armoniosa convivencia.
Ojalá aprendiésemos a obedecer, aprendiésemos a no imponerse frente al otro, aprendiésemos a entender que habiendo sido creados a imagen y semejanza de Dios, hay situaciones humanas que no entran en lo que es el primer atributo moral de Dios: EL AMOR.
Te esperan en tu oración las necesidades de los Hermanos, reza por ellas a la Santísima Virgen María, Madre del Amor Hermoso, cuya Fiesta es hoy. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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