Reflexión 24 de Febrero

Buenos días.
Primer Viernes de Cuaresma, día propicio para la penitencia, que la Iglesia obliga a la abstinencia de comer carne, algo que para muchas personas no tiene demasiado sentido.
Cuando encontramos cosas o situaciones que nos vemos obligados o abocados a hacerlas, debemos pensar que si no se le encuentra sentido, al menos busquemos el espíritu de obediencia que siempre ayuda y libera de todos los ‘contras’ que se ponen a las cosas.
Con cierta frecuencia se encuentran personas que bien no han sabido valorar la obediencia, o su espíritu de rebeldía les lleva al rechazo de todo lo que les obliga, particularmente obediencia a cosas o situaciones concretas.
Conviene fijarse un poco en la obediencia tal como nos la revela la Sagrada Escritura, comenzando por el propio Señor Jesucristo que dice en Jn 6,38: “Porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado”, y como otro ejemplo, ver el relato del sometimiento, de la obediencia de Abraham, cuando Dios le pide que le ofrezca en sacrificio a su hijo, a su único hijo Isaac (Gen 22,1-19).
Vamos, en esta Cuaresma, a valorar en su justo punto la obediencia, para que  cada uno haga lo posible por practicarla siempre que le sea exigida en la convivencia familiar, laboral, social, etc.
Al Sagrado Corazón de Jesús, reza hoy, por favor, para que las necesidades de los Hermanos se vean colmadas de las gracias y bendiciones del Señor. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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