Reflexión 16 de Febrero

Buenos días.
Recuerdo que una vez leí un pensamiento que se me quedó fijado en la memoria, decía: “A veces, la mejor forma de salir es no entrar”.
Parece algo demasiado simple, pero lo cierto es que invita a pensar que ciertamente cuando se ‘entra’ se debe ‘salir’ posteriormente, lo cual no siempre es fácil.
Pongamos el ejemplo de cualquier dependencia, el alcohol, se entra a su consumo de una manera natural y cuántas veces salir de la esclavitud que llega a producir se hace casi imposible, por no decir imposible total al haber producido el enganche a su consumo imparable: el alcoholismo.
No parece que sea tan simple pensar antes de ‘entrar’, que se ha de ‘salir’, y que ello puede comportar dificultades posteriores u otras malas consecuencias, como pueden ser entrar en malas compañías, entrar en curiosidades malsanas o en cualquier cosa, situación o compañía que va a causar, lo dicho, una dependencia malsana.
Será interesante revisar en las experiencias vividas, para tomar consciencia de que es mejor no entrar, si luego no se va a poder salir con la libertad garantizada.
Al Señor Jesús, presente en la Sagrada Eucaristía, hoy jueves, día de Adoración, expiación y reparación, pídele por todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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