Reflexión 13 de Febrero

Buenos días.
Lunes, primer día de la semana en el orden laboral que lleva a las personas a vivir el ajetreo cotidiano.
A lo largo de la semana, particularmente al final de ella, se celebrarán las fiestas de Carnaval, que preceden a la Cuaresma; fiestas que si bien en su origen se apoyaban en la vida religiosa del comienzo de la Cuaresma, que al llegar las austeridades de este tiempo penitencial, se despedían de todo lo lúdico, con juergas y fiestas que llegaban al exceso; hoy, dado de lado el aspecto religioso, se vuelven estas fiestas más dañinas para la sensibilidad de las personas creyentes, pues se vuelven irrespetuosas y burlonas con lo sagrado y con el hecho religioso en general.
Cada uno verá cuál ha de ser su actuación o participación, pues es moralmente muy dudoso que un creyente pueda colaborar en las fiestas de Carnaval, cuando sea comprometer su propia Fe en estos espectáculos.
Siempre se podrá rezar con sencillez y humildad, teniendo en cuenta que estamos en una gran necesidad de hacer una oración de reparación y de expiación continuamente, pues solo con este ejercicio de reparación y de expiación se puede contribuir a resistir y contener que todo el mal y el desorden que produce el pecado, termine llevando por delante a este mundo tan comprometido con el propio pecado que es origen de todo desorden.
Y mientras hacemos esta oración de reparación y de expiación, Coronilla de la Divina Misericordia por ejemplo, preparemos el corazón y la mente para disponernos a vivir una Cuaresma seria, en la que encontremos los caminos de conversión que aún nos queden por recorrer.
Reza hoy al Padre de las Misericordias para que venga en ayuda de las necesidades de todos los Hermanos, que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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