Reflexión 24 de Agosto

Buenos días.
Encontramos alguna vez a personas que muestran su desencanto por la vida, se manifiestan como muy aburridas porque no acaban de encontrar sentido a su vida.
No se dan cuenta de una verdad rotunda y firme, porque dar sentido a la vida es encontrar sentido a la muerte, y cuando esto no se sabe hacer todo lo presente se muestra fallido, o por el contrario se afanarán tanto en las cosas materiales que vivirán en la adoración continua de todo lo material, sin transcendencia alguna.
La hermana muerte, que así la llamará San Francisco de Asís, es la realidad que tiene ante sí toda persona, diría más, todo ser vivo, y ante la que se debe responder con una conciencia clara de que ha de llegar.
Además sabemos que la muerte es el primer paso de los Novísimos, que lleva al encuentro con Dios y a la vida eterna, en su Paz y en su Amor, razón por la que tiene un gran sentido para toda persona creyente que espera la plenitud de la Vida. De´esta forma, al tener pleno sentido la muerte lo ha de tener igualmente la vida, pues ésta es camino cierto y alegre que se abre a la persona para bien sentir y bien hacer.
No tengas miedo a relacionarte con la muerte, con tu propia muerte, pues aparte de que llegará sí o sí, será cuando Dios, Señor de la vida y de la historia, lo tenga dispuesto en su insondable Sabiduría y Providencia, por lo tanto, a partir de aquí tu jornada terrenal tiene todo el sentido, pues desde ella has de colaborar a construir un mundo mejor.
A San José, abogado de la buena muerte, encomendémonos hoy y mantengamos una valiosa devoción al que, como padre adoptivo de Jesús y esposo de la Santísima Virgen, es un gran intercesor cuando se le invoca. Amén.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es