Reflexión 19 de Marzo

Buenos días en el Día del Señor.
Este año, al ser domingo la Solemnidad de San José, se traslada la Fiesta Litúrgica al día siguiente, 20 de marzo.
El camino propio de la Cuaresma, camino de conversión, es ciertamente lento, porque está sometido a los vaivenes de la vida y naturaleza humana, pero ello no importa porque lo que interesa es conseguir el cambio personal que conlleva la conversión.
Lo que sí han de ser conscientes las personas es que esos hábitos buenos, que alcanzarán la conversión del corazón, se adquieren poco a poco, frente a los malos hábitos en los que se caen sin darse cuenta, como suele decirse, se cae de cabeza en ellos.
Estas consideraciones son la realidad que conviene encararla sin reservas, pues ya conocemos la habilidad de las personas para desfigurar la situación que están viviendo, en cada momento o circunstancia.
Este día, domingo, dedicado al Señor según el tercer Mandamiento de la Ley de Dios: Santificar las Fiestas, se ha dedicar al culto divino, a la oración, al encuentro con Dios en la Celebración de la Santa Misa, a la reflexión..., el mayor tiempo posible, para poder ir asentando todos los esfuerzos que se hagan por avanzar en el consejo evangélico: “Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto” (Mt 5,48).
Y reza sin demora al Señor Resucitado por todas las intenciones de los Hermanos que volvemos a encontrarnos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es