Reflexión 23 de Agosto

Buenos días 
En los creyentes se muestra como una reticencia a la propia SANTIDAD.
Equivocadamente las personas ven la SANTIDAD como algo muy lejano a ellas, e incluso algo inalcanzable, lo cual sabemos que es un error.
Pero en realidad lo que hay en muchos creyentes es como una especie de miedo o de temor, aunque solo sea a pensar en algo que para ellos es demasiado complejo y difícil.
En todo caso hemos de tener muy claras unas pocas cosas.
La SANTIDAD es una llamada de Dios a todas las personas.
La SANTIDAD es perfectamente alcanzable para cualquiera que la quiera buscar y lograr.
Es tan sencillo como ir día a día viviendo dentro de las exigencias del Evangelio, con todas las ayudas que nos brinda la Iglesia, que son muchas, tantas como necesarias.
Lo que sí es cierto que no es cosa de "un ya para sí", sino todo un programa de vida, que día a día se va cultivando desde esas Virtudes Teologales que recibimos en el Bautismo: la FE, la ESPERANZA y la CARIDAD.
Y también es una cuestión de DECISIÓN propia y firme, así como de una dinámica de ILUSIÓN que nos sostenga en el día a día referido.
San Juan Bosco dice que "nadie llega a ser santo en un día".
Comencemos como cada día, rezando por los Hermanos, de los que en buen número hoy comienzan sus Ejercicios Espirituales que les dirigiré yo, que también necesito de vuestra ayuda espiritual. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
www.materchristi.es