Reflexión 7 de Diciembre

Estamos ya en la víspera de la Solemnidad que Celebra el gran DON que Dios Todopoderoso concedió a María, nuestra Madre y nuestra Guía: Ser concebida sin pecado original. Ser Inmaculada en su Concepcion. 
Ayer os conté brevemente cómo nació MATER CHRISTI al amparo de la Virgen en la Vigilia de la Inmaculada. 
Hoy, también brevemente, os quiero contar las bases de la espiritualidad que seguimos los Miembros de Mater Christi. 
Podemos decir que es una espiritualidad Trinitaria, pues es a la Santísima Trinidad a quien dirigimos nuestra Consagración los Miembros Consagrados, y su Promesa los Miembros Colaboradores. 
Esta Espiritualidad Trinitaria se apoya en cuatro pilares: La CRUZ, la EUCARISTÍA, el ROSARIO y la UNIDAD. 
Es la experiencia de vida cristiana a partir de estos presupuestos, cómo Mater Christi ha de cumplir su misión evangelizadora. 
Cada día los Miembros irán siguiendo las huellas del Maestro cumpliendo su Palabra: "Quien quiera venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su CRUZ de cada día, y sígame"; alimentado por la EUCARISTÍA en la Sagrada Comunión, y confortado en la Adoración y la Oración a Jesús en el Sagrario.  Todo esto, lo vivirá de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, con el "arma" recibida de Ella, que es el SANTO ROSARIO; bastón en el que apoyarse en los trabajos por el Reino de los Cielos; además de vivir en la UNIDAD, mandato del Señor: "Sed una sola cosa para que el mundo crea". 
La vocación a la que cada uno hemos sido llamados es la expresión del gran Amor que Dios nos tiene, y bien merece la pena vivirla apasionadamente, o si lo preferís, envueltos en una ILUSIÓN continúa, aunque tenga  momentos duros o muy duros. 
Perseveremos todos en nuestra vocación!!!
Os esperamos mañana a las 12:30 en la Celebración de nuestra nueva Consagración. Y a los que no podéis por estar lejos, también en la unión espiritual. 
Nosotros no olvidaremos a nuestros Hermanos de la Casa de la Madre y Guía en esos momentos de gran AMOR DE DIOS. 
Feliz día y Feliz Vigilia. 
Quién no pueda asistir a ninguna, rece al menos el Rosario en esta noche, VELANDO CON MARÍA. AMEN.