Reflexión 13 de Diciembre

Mis queridos Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, en primer lugar quiero agradeceros vuestra comunión espiritual y vuestras felicitaciones del día de ayer. 
Renovadas las Promesas Bautismales, uno se siente igualmente renovado en la Fe, en la Esperanza y en la Caridad. 
Gloria y Alabanza a Dios nuestro Padre!!!. 
Al hilo de estos sentimientos de paz y felicidad, recuerdo una advertencia que leí una vez: "Cuidado con la tristeza. Es un vicio". 
Confieso que en un primer momento me sorprendió, pero pensando despacio sí es verdad que el sentimiento de tristeza no superado convenientemente, puede ser antesala de la desesperanza. Y cuando ésta se instala en la persona, su vida comienza a ser como un círculo que se cierra sobre sí mismo llevándola a vivir un tanto desgraciadamente. 
Por eso hemos de mantener la alegría de los hijos de Dios, que nace de la gran virtud teologal de la ESPERANZA. 
ALEGRAOS, Hermanos, el Señor está cerca!!!
ALELUYA!!!
Feliz día en el Señor.