Reflexión 3 de Diciembre

Estamos, Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, ante la figura de un gran santo que hoy celebra la Iglesia: SAN FRANCISCO JAVIER, el gigante de las Misiones.
Además de poder encomendarnos a su poderosa intercesión, bien podemos reflexionar un poco del gran ejemplo que nos da con una vida completamente entregada a la extensión del Reino de Dios. 
San Francisco Javier, que procedía de una familia acomodada, fue capaz de renunciar a todo bienestar humano y material, por entregarse a llevar a las personas al encuentro de Cristo. 
Que este ejemplo nos valga para sacudir nuestra pereza, quizás el respeto humano también, y qué se yo cuántas cosas más, que nos impiden ser apóstoles, testigos del Señor Resucitado.
Nosotros no necesitamos ir a ningún sitio fuera de nuestra ciudad para enseñar el Evangelio, porque estamos rodeados de personas que, o han abandonado la FE, o simplemente no saben lo que es la FE.
Que San Francisco Javier os colme de bendiciones, según vuestras necesidades.