Reflexión 22 de Diciembre

Mis queridos Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, hoy solo quiero haceros, hacerte, dos preguntas, que al menos desearía que las interiorizaras y dieras, al menos a ti, una respuesta, o mejor, la respuesta.
Y ni que decir tiene, 
que si quieres compartir las respuestas con toda la Casa, Bendito sea Dios!
Las preguntas son tan sencillas como directas:
Cómo vas a adorar al Niño, cuando visites la Cueva de Belén?
Y, a sus Padres, qué les dirás?
Como ya os he dicho en otras ocasiones, para las cosas importantes de la vida, que además se saben que van a ocurrir, las improvisaciones, no solo no son buenas, sino que pueden llegar a ser negativas al no conseguir los beneficios que cabría esperar. 
Muy Feliz Día, mientras vamos  acompañando a María y a José en su camino a Belén, para cumplir con la obligación de empadronarse en la Ciudad de David.