Reflexión 23 de Junio

Buenos días.
En este viernes de la XI semana del T.O. la Iglesia nos propone en la Santa Misa esta perícopa del evangelio, para reflexión y alimento espiritual: “No atesoréis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen y donde los ladrones abren boquetes y los roban. Haceos tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que los roen, ni ladrones que abren boquetes y roban. Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; pero si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Si, pues, la luz que hay en ti está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!” (Mt 6,19-23).
‘Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón’. He aquí una clave muy importante para tener en cuenta, pues si nos fijamos dónde dejamos que el corazón esté anclado, nos daremos cuenta fácilmente el rumbo que estamos siguiendo, en orden a generosidades de vida o egoísmos de las más diversas clases; nos daremos cuenta de las prioridades con las que vivimos y en qué lugar están las puramente terrenales y materiales con relación a las espirituales y eternas, porque aunque en las dos realidades tenemos que vivir, siempre una prevalecerá sobre la otra
Lo temporal y material sabemos que es caduco, lo espiritual permanecerá para siempre.
Al Sagrado Corazón de Jesús, te pido que le reces hoy viernes por todas las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos cada día. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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