Reflexión 3 de Abril

Buenos días en este Lunes Santo.
Caminamos con pie firme y paso seguro al encuentro con el Señor en los momentos supremos de su existencia terrenal.
Cualquier acontecimiento de la vida humana lo preparamos con toda la atención que exige y que merece, de forma que llegado su momento se vive con toda la intensidad. Esto es lo que nos disponemos a hacer nosotros en estos días previos al Triduo Pascual, para que cuando sea el momento de Celebrarlo lo hagamos con la mejor experiencia de Fe, en la Esperanza y en la Caridad.
Hoy, la Palabra de Dios que se nos ofrece, está llena de LUZ que hemos de aprovechar para esa preparación que indicamos.
El Profeta Isaías nos relata el primer cántico del Siervo de Yavhe (42.1-7): “Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas…”
Esta actitud anunciada del Mesías nos debe interpelar a nosotros, hoy particularmente: ‘No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará…’.
El santo Evangelio nos relata la estancia de Jesús en Betania, en casa de Lázaro, al que había resucitado, y de sus Hermanas Marta y María (Jn 12,1-11). María unge los pies a Jesús con un perfume de nardo, auténtico y costoso, tanto que dice el evangelio que la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Judas lo recrimina porque, dice, que se ‘podía haber dado a los pobres los trescientos denarios por los que se habría vendido’, a lo que Jesús le replica: “Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis”.
Atención: ‘Pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis”, aludiendo a su próxima Pasión y Muerte.
La interpelación de Jesús para nosotros hoy, Lunes Santo de 2023, es clara: ¿Qué hacemos cada uno con los pobres, con nombres y apellidos, que están en nuestro ámbito? Pobres de dinero y cosas materiales; pobres porque carecen de compañía, de ser escuchados, de cualquier carencia que les asfixia; pobres, en fin, de valor para seguir el camino, o que por razón de cualquier dependencia que los esclaviza, no son capaces de seguir la vida en convivencia….
¿Qué haces con los pobres que están en tu camino, que salen a tu encuentro, o que quizás el Señor Jesucristo los pone ante ti?
También están, estamos, los pobres que necesitamos de tu oración al Jesús que pernoctó en Betania hoy, para que su Gracia nos auxilie en las intenciones y necesidades de cada uno de los que aquí nos encontramos en su Santísima Madre, del Amor y del Consuelo. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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