Reflexión 22 de Abril

Buenos días.
Sábado de Pascua en el que brilla el gozo de la Virgen Santísima, testigo de excepción de la Resurrección de su Hijo Jesucristo.
De Ella dijo San Agustín: “María fue bienaventurada, porque, antes de dar a luz a su maestro, lo llevó en su seno. María es dichosa también porque escuchó la palabra de Dios y la cumplió; llevó en su seno el cuerpo de Cristo, pero más aún guardó en su mente la verdad de Cristo”.
Es muy significativo el final de esta cita de San Agustín: ‘guardó en su mente la verdad de Cristo’, lo que supone que realmente para Ella el centro era Jesucristo, más allá de que fuera su Hijo, y así se entregó con todo su ser a encauzar el comienzo de la Iglesia, el encargo recibido al pie de la Cruz de ser Madre de todos los apóstoles y discípulos de Jesús, para continuar a lo largo de toda la existencia de la Iglesia hasta hoy.
Si fuéramos capaces nosotros de guardar en nuestra mente ‘la verdad de Cristo’, supondría que la conversión de vida sería un hecho, pues ¿cuántas cosas albergamos en nuestra mente de la más diversa índole y que precisamente nos apartan de Dios? ¿y cuántas de ellas estorban un verdadero comportamiento cristiano?
Merecería la pena revisar las cosas que ocupan nuestra mente, para que se abra paso en lugar preminente la Verdad de Cristo. Si fuera así nos veríamos libres de muchos pecados, errores y males de todo tipo.
A María, nuestra Madre y nuestra Guía, reza con pobreza y humildad en favor de las necesidades de los Hermanos que aquí nos encontramos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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