Reflexión 22 de Enero

Buenos días
Con frecuencia se nos habla de la CONVERSIÓN, como ayer en las lecturas de la Santa Misa.
Se nos llama, se nos anima, se nos exhorta a vivir esa CONVERSIÓN, que por otra parte nos es necesaria hacer; pero al final, como un tanto desconcertados, no llegamos a saber qué es lo que hay que CAMBIAR.
Os PROPONGO un camino.
Si la CONVERSIÓN consiste en CAMBIAR en todo aquello en lo que mi vida no está acorde con el CORAZÓN DE DIOS, veamos en qué le hemos de IMITAR, y ADELANTE con el CAMBIO.
Por ejemplo:
El Señor Jesús le dice a Pedro a pregustas de éste, que tiene que PERDONAR 70 veces 7. Pues ya está, a PERDONAR SIEMPRE: antes, ahora y después.
No puedo alargarme porque serían interminables los ejemplos, pero lo que quiero significar es que la CONVERSIÓN la PLANTEEMOS en POSITIVO, buscando, no tanto en qué tengo que RETORCERME, sino en lo que tengo que IMITAR a Dios que brota de su CORAZÓN: 
SENTIMIENTOS 
ACTITUDES 
PENSAMIENTOS 
COMPORTAMIENTOS 
ENTREGA
OBEDIENCIA 
DOCILIDAD 
SOMETIMIENTO 
Y todo un largo etcétera que abarca, lógicamente, todo lo que es la vida.
Si vemos el tema de la CONVERSIÓN en POSITIVO, seguro que nos será más fácil, paso a paso.
¡¡¡ÁNIMO!!!
Agarrados de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, todo se torna más fácil. COMPRUÉBALO.
Y ya es el momento de no faltar a nuestro fraternal deber de rezar por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI