Reflexión 4 de Julio

Buenos días.
Se llamaba, se llama, Gonzalo González Lombardero; hoy 4 de julio hace 30 años que Dios dispuso que su tiempo terrenal se había cumplido.
Fue uno de los Miembros Consagrados de la Primera Comunidad de MATER CHRISTI, que Dios quiso llevarle pronto, en buena edad aún, aunque a los que quedábamos nos parecía que nos era muy necesario entre nosotros.
He querido compartir con vosotros su recuerdo porque fue un hombre del que merece recordar sus cualidades y virtudes.
Era honesto, honrado, prudente, siempre dispuesto a servir, generoso, sumiso y obediente...
Tenía muchas cualidades humanas, algunas que había ejercido en su juventud no las conocimos hasta después de muerto: su familia nos las refirieron  porque él nunca las había contado.
Para los que le conocimos, es imagen en la que fijarnos, y para los que no le conocisteis seguro que podéis, si queréis, pedirle su ayuda, porque como ya he dicho, su disponibilidad y generosidad eran virtudes suyas muy notables.
Bendición y Gloria a Dios, porque en el Cielo hay un Miembro Consagrado de MATER CHRISTI.
No faltes a la cita diaria para pedir por las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guia. AMÉN.