Reflexión 19 de Julio

Buenos días 
Hace varios meses que comencé a comentar los Mandamientos de la Ley de Dios, quedando alguno sin haberlo referirlo.
Uno de estos fue el Primero: AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS.
Es curioso que generalmente las personas dicen que con este Mandamiento no hay problema, porque ¿quién hay que no AME A DIOS?.
Ciertamente, cualquier buen creyente Ama a Dios, pero ¿LO AMA SOBRE TODAS LAS COSAS?
Esta es la clave: "Sobre todas las cosas", y es lo que hay que reflexionar a fondo, si no queremos llevarnos sorpresas algún dia.
Cuando los egoísmos o cualquier tipo de interés, no precisamente edificante, lo hacemos CENTRO del corazón, ya no está mi Amor a Dios por encima, no es el AMOR PRIMERO; queda relegado a todas esas COSAS que de forma prioritaria mantienen la atención personal.
Jesús ya avisa en el Evangelio, Mt 6,19-21: "...donde está tu tesoro, ahí también está tu corazón"; por tanto, si el corazón no está en Dios como el mayor tesoro que cabe imaginar, no se puede decir que se cumpla este primer mandamiento.
Nadie ni nada podemos anteponer al AMOR DE DIOS.
Y es más, si somos capaces de vivir con toda responsabilidad este AMAR A DÍOS SOBRE TODAS LAS COSAS, todas las demás cosas serán mucho más favorables y gratificantes para la persona, y la atención, y hasta el AMOR a los otros, será mucho más auténtico.
Revisemos NUESTRA VERDAD frente a este Primer Mandamiento.
Y ahora, ya nos esperan las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guia, para que recemos por ellas. AMÉN.