Reflexión 26 de Enero

Buenos días.
Otra obra de Misericordia espiritual es: “Sufrir con paciencia los defectos de los demás”, lo que no es muy común en la convivencia, ya que requiere unas actitudes que no parecen fácilmente asumibles.
El egoísmo y/o el egocentrismo hace a las personas que todo gire a su alrededor, sin admitir ninguna molestia o quebranto de sus planes o deseos; y, en todo caso, se podrá soportar una inconveniencia del otro, siempre que no moleste demasiado ni venga a entorpecer los propios intereses.
Si además atendemos que ha de sufrirse ‘con paciencia’ los defectos e inconvenientes de los demás, ahí ya sí que la cosa se hace harto difícil.
Sin virtudes, como la humildad, la generosidad o la negación de sí mismo, primera condición del Señor Jesucristo para seguirle (Mt 16,24),   será harto difícil por no decir imposible vivir esta Obra de Misericordia cuando se ponga en el camino.
Las Obras de Misericordia no son fáciles de practicar, siendo muy importantes en el devenir de la vida cristiana por la frecuencia con que se presentan para ser practicadas, razón por la que se necesita una actitud abierta a esa conversión de vida que nos permita, entre otras cosas, vivir el consejo evangélico: “En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores… Si me amáis, guardaréis mis mandamientos…” (Jn 14,12-15).
Hoy, jueves, reza al Señor en su presencia eucarística en favor de todas las necesidades de los Hermanos, que nos volvemos a encontrar aquí en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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