Reflexión 10 de Enero

Buenos días.
En las Obras de Misericordia encontramos siete corporales y siete espirituales, refiriéndose bien a la parte humana o material de la persona o a la dimensión espiritual.
Es muy importante distinguir bien entre los favores o ayudas que se le pueden hacer a los otros, y lo que son en sí mismas las obras de misericordia, pues su carácter será distinto.
La persona se mueve en un terreno puramente humano o, por el contrario, lo hace desde el ámbito espiritual, pues aunque parezca que no debe ser diferente, lo es, en razón de la motivación real que impulsa las acciones.
Las obras de misericordia las impulsará la Caridad, el Amor de Dios, en cambio las buenas acciones, humanas simplemente, entrarán en el ámbito puramente altruista; no conviene confundirse, pues es lo que está engañando a muchas personas que no identifican bien las cosas; de un peral no se pueden esperar ni higos, ni mucho menos melones, fijaros la diferencia del ejemplo.
Por tanto, convendrá ver cómo son las propias actuaciones y qué las mueve, pues sólo cuando las mueva la Caridad serán obras completas del agrado de Dios, las que sean del ámbito puramente humano, podrán llegar a ser hasta muy encomiables pero seguro que adolecerán de algo, de lo que adolezca la propia persona. Ahí lo dejo para el examen personal, íntimo y privado.
No obstante los Hermanos que aquí nos encontramos cada día, necesitamos tu oración a María, nuestra Madre y nuestra Guía, para que nos ayude e interceda por todas esas necesidades. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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