Reflexión 5 de Enero

Buenos días. 
Estamos en las vísperas de Celebrar la Epifanía del Señor, la manifestación del Dios hecho hombre, a los gentiles. 
Mucho aún se puede reflexionar sobre la Natividad del Señor en su conjunto, y en particular de su Epifanía, porque en ella encontramos puntos de LUZ para nuestras vidas. 
Dios se manifiesta en Belén, de igual forma al Pueblo escogido de Israel, a través de los Pastores, como a los Pueblos Gentiles a través de los Magos de Oriente. 
Dios Ama a todos; se ofrece a todos, y ESPERA de todos que cada cual, en el EJERCICIO de su LIBERTAD, acepte su 'manifestación' y su 'ofrecimiento', para hacerle PARTÍCIPE de su Gloria y de su Salvación. 
Son cosas más que escuchadas y sabidas, pero, al fin, tan reales como que cada hombre, cada uno de nosotros, tiene la irrenunciable responsabilidad de aceptar o de rechazar la Salvación.
Por ello, no puedes vivir pasivamente, porque la herencia del pecado original te lleva, por la inclinación al pecado, a distanciarte de Dios. 
Has de vivir activamente la FE, si es que necesitas la Salvación. Si es que quieres aceptar lo que el Niño Jesús te ha traído con tanta gratuidad. El único precio que te puso, fue el recto y buen uso de tu libertad. 
Buenos días, Hermanos de la Casa de la Madre y Guía.