Reflexión 24 de Enero

Buenos y felices días a todos y cada uno de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. 
Vamos a hacer hoy un 'alto en el camino', para poder considerar algún aspecto de la Festividad de mañana, día 25 de enero: La Conversión de San Pablo. 
La figura de San Pablo bien merece la pena contemplarla y estudiarla, a lo cual os invito ya desde aquí, porque el espacio de que disponemos no nos permite decir muchas cosas. 
No obstante, podemos fijarnos en alguna de sus características como pudo ser su HONESTIDAD y COHERENCIA con la FE que profesaba. 
Solo por esta actitud sincera con la búsqueda y el ejercicio de la VERDAD, ya pudo reconocer al Señor Jesus en el Camino de Damasco: "Saulo, Saulo, por qué me persigues?". 
Otro rasgo de su personalidad que me parece interesante de imitar, fue su SOMETIMIENTO y OBEDIENCIA a lo que le dijo el Señor, a pesar de lo que había acontecido, en aquel momento tan singular. 
Y, finalmente, su PERSEVERANCIA para poder llevar a cabo la respuesta a la llamada recibida del Señor: esto es, su CONVERSIÓN. 
Preparemos esta Fiesta y pongamos bajo su Patrocinio el camino de conversión que aún necesitamos recorrer cada uno de nosotros.