Reflexión 23 de Enero

Buenos días, Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. 
Hoy quisiera que nos fijáramos en un par de cosas. 
Recuerdas que en la Profesión de FE, decimos: "Creo en la Iglesia, que es UNA, Santa, Católica y Apostólica..."
La UNIDAD en la Iglesia es una característica esencial, y cuando en la Historia no se ha observado y guardado bien la UNIDAD, han aparecido los Cismas, o sea, las rupturas, siempre dolorosas y destructivas en el tiempo. 
Pues, bien, esta UNIDAD, que se ha de mantener en las cosas esenciales: doctrinales, normativas, etc., también debemos observarla en los gestos y posturas dentro de la Sagrada Liturgia. 
De estas posturas quiero hablar hoy, porque no es difícil darse cuenta cómo en la Celebración de la Santa Misa parece que hay una cierta anarquía en los comportamientos de los fieles. 
El Sacerdote debe ser recibido en pie. 
Y en pie debe mantenerse la Asamblea hasta comenzar la Liturgia de la Palabra, esto es, finalizada la Oración Colecta. 
Sentados se escucha la Proclamación de las Lecturas, hasta el Aleluya previo al Evangelio, que ya se debe estar de pie. 
La Homilía, si la hubiere, se escuchará sentados. 
Terminada la Homilía y en pie, se hace la Profesión de Fe (Credo), si la hubiere, y las Preces. 
Durante el Ofertorio, los fieles estarán sentados, hasta que Celebrante invita: "Orad, hermanos, para que este Sacrificio mío y vuestro....", que hay que ponerse en pie en ese preciso momento. 
OJO!!! Este es un momento clásico de "anarquía", porque lo mandado es levantarse en la invitación a Orar, no a la Oración posterior 'sobre la Ofrendas' o a las aclamaciones del Prefacio. NO. 
Ya de pies estaremos el resto de la Celebración a excepción de la CONSAGRACIÓN, en la que se DEBE, se NECESITA y se TIENE que estar de rodillas. 
Por qué?
Porque es la única actitud posible para expresar la ADORACIÓN que solo y exclusivamente se le debe a Dios. 
Hay otra respuesta en la Carta a los Filipenses 2,10: "...de modo que al Nombre de Jesus, toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo..."
Solo una causa grave que le impida a la persona arrodillarse, puede excusar no hacerlo en la Consagración. 
Creo que ya tenemos materia para la reflexión y la revisión personal. 
Y no lo olvides. Solo a Dios se le debe Culto de Adoración, y la postura propia de Adorarle es postrado, de rodillas al menos. 
Que nadie te engañe. 
Y si por razones graves no puedes arrodillarte, postra tu corazón ante el Señor. 
Que la PAZ del Señor nos acompañe hoy.