Reflexión 16 de Enero

Buenos días, Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. 
- Entrare al altar de Dios. 
- Hacia Dios, que alegra mi juventud. 
Así decía el sacerdote para comenzar la Santa Misa antes de la Reforma Conciliar. 
Sabemos que la Santa Misa es el Memorial de la Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de N. S. Jesucristo, en la que se actualizan y se viven los Misterios de Amor y Entrega del Señor Jesús. 
Por tanto, a la Santa Misa se va con unos sentimientos de Comunión con Cristo, para, como veremos, poder ofrecernos al Padre como Él lo hizo: "Por Cristo, con Él y en Él, a Tí Dios Padre...", dice el Sacerdote al final del Canon, ofreciendo al Padre ya el Cuerpo y la Sangre de Cristo. 
La Misa se entiende y se vive mejor, cuando se la AMA. 
Convéncete, al fin, para nosotros TODO es cuestión de AMOR; dicho de otra forma, de CARIDAD. 
La Santa Misa tiene diferentes partes que convienen conocer bien, para poder encontrar todo su sentido y tener una participación muy activa en la Celebración. 
Me propongo recorrer con vosotros, de una forma sencilla, todas estas partes de la Misa que nos ayude a AMARLA y a VIVIRLA con la mayor participación posible en los Misterios del Señor Jesus. 
A María, nuestra Madre y nuestra Guía, le pido que nos ayude a comunicar y a comprender este gran Don que su Hijo nos dejó en la Santa Misa.