Reflexión 6 de Diciembre

06.12.2019
Buenos días en este Primer Viernes de Mes, último del año 2019.
Y también a 48 horas de la Celebración de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María.
Venimos recorriendo los días de la Novena, que nos prepara para Honrar a la Santísima Virgen.
En la Concepción Inmaculada de María encontramos el primer paso que Dios Padre da para la Redención y Salvación del Pueblo de Israel, que de inmediato la extendió a todo el género humano.
La importancia de la Virgen en la vida de los cristianos es, como bien sabemos, de una gran importancia, pues en Ella encontramos muchos puntos de apoyo para poder vivir la Fe cristiana en la plenitud que corresponde al Bautismo recibido.
En cualquier Advocación de la Virgen, sus devotos encuentran razones más que suficientes para tener a María como la buena Madre que es, además de tener en Ella la gran intercesora para alcanzar las gracias que de Dios necesitan.
Pero en la Inmaculada Concepción, todos tenemos el origen de todas las Gracias que Dios dispuso para enriquecer la vida de los que caminamos hacia la casa del Padre.
El Concilio Vaticano II, en la Constitución Lumen Gentium, cap. VIII, punto 61, dice: "Concibiendo a Cristo, engendrándolo, alimentándole, presentándolo al Padre en el templo, padeciendo con su Hijo cuando moría en la Cruz, cooperó en forma enteramente impar a la obra del Salvador con la obediencia, la fe, la esperanza y la ardiente caridad con el fin de RESTAURAR  LA VIDA SOBRENATURAL DE LAS ALMAS. Por eso es nuestra Madre en el orden de la gracia".
Es una buena oportunidad de poder acercarse a este capítulo VIII de la Constitucion Concilisr la Lumen Gentium, y conocer un poco más a María, nuestra Madre y nuestra Guía, en la doctrina de la iglesia, para poder aprovechar mejor la cercanía de la Virgen María en nuestras vidas.
Reza ya a la Virgen Inmaculada con Fe y Esperanza, por todas las necesidades de los Hermanos.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI 
Madrid - España 
www.materchristi.es