Reflexión 17 de Diciembre

Buenos días
Sin duda la SINCERIDAD es una gran cualidad en la persona que vive en ella y con ella.
Es una auténtica Virtud para practicar, entre otras razones, porque la persona sincera está en condiciones muy óptimas para vivir en la Verdad, fuera de toda mentira, que tanto corroe a la persona que se entrega a ella y a todo su entorno.
La persona SINCERA conoce la libertad, es LIBRE, porque se expresa y se manifiesta sin fingimiento, con sencillez y en su justo saber y entender.
Lo único que ha de pedírsele a la persona sincera es que también viva con la virtud de la PRUDENCIA, porque una cosa es ser sincero y otra es faltar a la buena convivencia e incluso a la caridad.
La PRUDENCIA le ayudará a utilizar la SINCERIDAD con eficacia y para bien del prójimo siempre, pues, incluso, servirá así para construir unidad y otros bienes en favor de la muy buena convivencia.
Alguna vez se ha podido ver personas que dicen ser muy sinceras y lejos de que su sinceridad ayude, es vehículo de desencuentros, de rupturas, divisiones y otros males. Es por eso que la persona sincera debe cultivar estas otras virtudes que ayuden a conseguir una SINCERIDAD constructiva y para el servicio de los demás.
No olvides rezar ya a la Madre de Niño Dios que se acerca, por todas las necesidades de los Hermanos que nos encontramos cada día aquí y en Ella. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI 
Madrid - España 
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