Reflexión 1 de Diciembre

Buenos días en este PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO. 
¡Ven Señor, no tardes!
Este grito, a modo de antífona en la liturgia, lo hace la Iglesia en este Tiempo del Adviento.
Esperamos la Parusia, la Venida del Señor en Poder y Gloria, para 'juzgar a los vivos y a los muertos'.
Así lo hemos profesado y confesamos cada vez que recitamos la Profesión de Fe.
Razón más que suficiente para estar y vivir preparados, con una vida honrada y el corazón limpio. No olvidemos las palabras del Señor Jesucristo: "Bienaventurados los LIMPIOS DE CORAZÓN porque ellos verán a Dios" (Mt 5,8).
Os dejo uno de los Himnos de Laudes durante el Adviento, dedicado a la Virgen que se rezará los sábados, pero que como oración personal puede aplicarse en cualquier momento.
"Ruega por nosotros, Madre de la Iglesia.
Virgen del Adviento, esperanza nuestra, de Jesús la aurora, del cielo la puerta.
Madre de los hombres, de la mar la estrella, llévanos a Cristo, danos sus promesas.
Eres, Virgen Madre, la de gracia llena, del Señor la esclava, del mundo la Reina.
Alza nuestros ojos hacia tu belleza, guía nuestros pasos a la vida eterna. Amén".
Os deseo un ADVIENTO que llene vuestra vida interior del anhelo de VIVIR en Dios, con Dios y para Dios, de forma que su LUZ, su PAZ y su AMOR colme todos los días de vuestra vida.
Y ahora ya, te pido tu oración en favor de todas las intenciones y necesidades de los Hermanos. ¡Ven, Señor! AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI 
Madrid - España 
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