Reflexión 3 de Febrero

Seguimos Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, con nuestra meditacion comunitaria sobre la Eucaristía, pero no sin antes pedirle a María Virgen que ayude y conforte hoy a todos sus hijos de esta su Casa. 
En la Celebración de la Misa hay tres momentos en los que el Ministro hace una ORACIÓN, por tanto, diremos que hace tres oraciones durante la Celebración.
Una de estas oraciones es la denominada 'Oración sobre la Ofrendas', que la hace después del lavatorio de las manos y como final del Rito de las Ofrendas. 
Esta Oración, sencilla en su lenguaje y en su demanda, está dirigida a Dios para pedirle Gracia y Bendición por los dones presentados, que se han de convertir en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de la 'Oración Colecta'; pues de igual forma hemos de decir de esta 'Oración sobre las Ofrendas', y más tarde de la 'Oración después de la Comunión'.
En todas ellas, el Sacerdote, siendo el portavoz de la Asamblea, presenta a Dios necesidades, intenciones, deseos, inquietudes..., de los Fieles, para conseguir del Todopoderoso las Gracias necesarias, y así, que la Santa Misa avance con un espíritu purificador y cargado de la dignidad que solo Dios puede dar para poder CELEBRAR LA SANTA MISA como lo que es, y que, por desgracia, los Fieles alguna vez malogran cuando por desidias, distracciones  o cualquier otra circunstancia, no mantienen la atención que se debe, requiere y necesita. 
Bien sabemos que todo el valor de la Santa Misa está en los Méritos de Nuestro Señor Jesucristo, pero, también hay que contar con un comportamiento digno de los Fieles que deben mantener, tanto individual como comunitariamente, para que se obtengan TODAS LAS GRACIAS que ofrece la Santa Misa, tanto para sí, como para la Iglesia y para la Humanidad. 
Buenos días Hermanos.