Reflexión 9 de Octubre

Buenos días 
Cuando tardamos en el tiempo de ver a una persona, o de visitar o estar en un lugar, se experimenta la sorpresa al comprobar cómo ha cambiado la persona o el lugar aquel que conocíamos anteriormente.
Si hubiéramos pasado el tiempo al lado de aquella  persona o en el lugar que nos sorprende, no habriamos percibido la evolucion de cambio con la nitidez que se comprueba después de la ausencia.
He aquí el PUNTO DE REFLEXIÓN que hoy os quiero proponer:
¿Por qué en la inmediatez de las cosas, no somos capaces de darnos cuenta al cien por cien de lo que está pasando?
¿Por qué tiene que pasar un tiempo y un distanciamiento para darnos cuenta de lo que día a día va ocurriendo?
¿No será que no vivimos como se debe, como nos pide el Consejo evangélico "Velad, velad y orad..."?
¿No será que no estamos atentos a las personas y a las cosas como se debe?
Pero, ¿llegamos a vivir atentos a la propia vida; el "velar" sobre sí mismo?
Y ahora os pido la ayuda de vuestra oración, porque hoy comienzo a dirigir los Ejercicios Espirituales a las Monjas Mercedarias de Marchena.
Desde este santo Monasterio os escribiré durante esta semana.
Ya, como cada dia, recemos UNIDOS por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI