Reflexión 14 de Octubre

Buenos días.
La LUZ es un elemento básico para la vida del hombre.
No solo como medio para alumbrarse exteriormente, sino para poder dar los pasos más acertadamente en los caminos humanos.
Pero para nosotros, la LUZ es CRISTO RESUCITADO, que convierte a los que somos miembros de su Cuerpo Místico, en LUZ DEL MUNDO (Mt 5,14).
He aquí un nuevo reto que nos plantea el Evangelio, al que lógicamente hemos de darle respuesta.
Sabemos que en el orden artificial hay muchos tipos de luz: más tenue, más  nítida, más pobre, más clata..., y según para lo que se la necesite, así presta o no su servicio.
Pues aquí está nuestra respuesta:
Ante la afirmación del Señor de que "somos la Luz del Mundo", decid, ¿Qué tipo de LUZ aportas tu al mundo? ¿Con qué LUZ iluminas a los que te rodean?
No será una LUZ BORROSA, con la que no es posible identificar ni a personas ni a sus obras.
No será una LUZ DÉBIL, que no permite ver el camino por el que transitas, sin poder seguir tus pasos.
Será la LUZ CLARA como el SOL, con la que los que te rodean identifican siempre y en todo momento el CAMINO, la VERDAD y la VIDA, que es CRISTO.
Relee el evangelio de San Mateo cap. 5, a partir del versículo 14, y decide cómo vivir: como LUZ puesta en lo alto de un Monte o como LUZ puesta debajo del Celemín .
Recemos como cada dia, con FE y  ESPERANZA, por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guia. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI