Reflexión 6 de Abril

Buenos días, ya en este jueves de la llamada antiguamente 'Semana de Pasión',  debemos hablar hoy de la gran Virtud que es la HUMILDAD, antídoto no sólo contra la SOBERBIA, sino también medio y camino para poder alcanzar altas cotas de Amor, Disponibilidad, Entrega, Servicio y Comprensión, hacia las necesidades de los otros.
El Señor Jesucristo nos dice: "Aprender de Mi, que soy MANSO y HUMILDE de corazón" (Mt 11,29).
Una gran invitación para hacer de la vida propia algo grande, que siempre prevalecerá por encima de todas las mezquindades de las personas y de las circunstancias que estas originan. 
Santa Teresa de Jesús en las Moradas Sextas, 10,7 dice: "La HUMILDAD es andar en VERDAD"; teniendo en cuenta que Jesús afirmará de Él: "Yo soy el Camino, la VERDAD y la Vida" (Jn 14,6), bien podemos sacar importantes enseñanzas y buenas conclusiones.
Hemos de decir también que la HUMILDAD necesita de la FORTALEZA, pues se suele caer en la mofa o burla hacia la persona humilde, tomándole incluso por persona fácilmente manipulable e incluso prescindible.
Pero el que la HUMILDAD sea sencilla y servicial, no quiere decir que sea carente de convicción y de firmeza.
Al Espíritu Santo le imploro su Sabiduría y su Luz, derramada sobre nuestros corazones, para que CONOZCAMOS y AMEMOS esta gran Virtud que es la HUMILDAD, así como que podamos trabajar por acrecentarla en nuestros corazones y que así pueda reflejarse en nuestras vidas.
Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, vayamos preparándonos para vivir con dignidad cristiana las próximas Celebraciones de la Semana Santa.
Y ya, hagamos la Oración de cada día por los Hermanos. AMÉN.