Reflexión 26 de Abril

Buenos días. 
Conocemos que los Mandamientos de la Ley de Dios son diez, y aunque sea en la brevedad de estas meditaciones, os animo a que nos ayudemos a AMARLOS un poco más que lo hacemos.
Cuando se vive en el AMOR DE DIOS, se hace según su LEY, la que entregó a Moisés en el Sinaí (Ex 31,18), y de la que Jesús dijo que no "había venido a abolir la Ley y los Profetas, sino a darles plenitud" (Mt 5,17ss.)
Si aprendemos a AMAR los Mandamientos de la Ley de Dios, seguro que viviremos en el deseo y decisión de cumplirlos, y, además, de ayudar a los demás a que hagan lo mismo.
Sabéis que los tres primeros Mandamientos se refieren a preceptos para con Dios, y los siete restantes a preceptos con el hombre, bien con el respeto y amor así mismo, o con el mismo respeto y amor a las demás personas.
Hoy nos fijamos en el Segundo Mandamientos: NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO. 
Es lastima escuchar a la personas hablar de Dios de las formas más despectivas, y no digamos cuando se hace con blasfemias, que vienen a constituir en la mayoría de las veces, por no decir todas, en verdaderos pecados mortales. 
Pero hay otras múltiples ocasiones que por el camino de las palabras OCIOSAS también se "toma el Nombre de Dios en vano".
Y si tristísimo es lo primero, no digamos esta segunda forma que en la mayoría son por situaciones u ocasiones un tanto absurdas, necias, tontas, irreflexivas e incluso, torpes. 
Como siempre deberemos hacer examen de conciencia en sus, al menos, dos dimensiones
1. Ver si verdaderamente ofendemos a Dios "tomando su Nombre en Vano", sea de la manera que sea.
2. Distinguir qué tipo de ofensa se le habría hecho o se le haría a Dios con alguna frecuencia, viendo la responsabilidad moral, para el arrepentimiento necesario, y la confesión si fuera necesaria.
Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, sigamos con gran ilusión creciendo en la propia vida espiritual, que es avanzar en la CONVERSIÓN de vida. 
Todos esperamos TU ORACIÓN por nuestras necesidades. No dejes de hacer tan alta Caridad. AMÉN.