Reflexión 28 de Abril

Buenos días Hermanos de la Casa de la Madre y Guía.
Consideremos hoy el décimo mandamiento: "No codiciarás los bienes ajenos".
La CODICIA es un desorden excesivo de conseguir riquezas.
Algo muy natural y hasta laudable, es que las personas tengan aspiración a conseguir bienes que favorezcan el bienestar familiar, personal, etc., pero lo que ya NO ES LÍCITO es que se desee y se  busque desde la ENVIDIA lo que tiene el otro, que, por otra parte, la mayoría de las veces no se puede conseguir; lo cual viene a agravar las cosas, porque se desatan otros males morales, por ejemplo la envidia, que ya he citado más arriba, la avaricia y otros. 
También puede ser causa de llegar a cometer INJUSTICIAS, al pretender conseguir desordenadamente y con cualquier mala acción los propios bienes ajenos que se codician. 
Este Mandamiento viene a complementar el NOVENO mandamiento, que como sabemos tiene que ver con los deseos y pensamientos impuros en relación con la mujer del prójimo, o el hombre de la prójima. 
Vivimos en tiempos de mucha desorientación moral y espiritual, y si no hacemos el firme propósito de FORMAR BIEN LA CONCIENCIA, no sabremos vivir como Dios quiere y nos pide, no sabremos enseñar a los que están tan desorientados y hasta perdidos en las exigencias del AMOR de Dios, y por todo ello, dejaremos mucho que desear en el orden de la calidad de nuestra FE. 
El resto de tus Hermanos de la Casa de la Madre y Guía, esperan tu Oración por ellos, no tardes. AMÉN.