Buenos días, Hermanos de la Casa de la Madre y Guía.
Nuevamente nos encontramos en el Día del Señor, impulsados a ofrecerle lo mejor de nosotros mismos en este su día.
Lo mejor de nuestro tiempo.
Lo mejor de nuestros sentimientos y pensamientos.
Lo mejor de nuestros actos.
En definitiva, lo mejor de nuestros corazones.
Es lo que más le agrada al Señor, que ofrezcamos, que le entreguemos, nuestro propio y único corazón.
Mira a ver si eres capaz de hacerlo en este DÍA DEL SEÑOR.
Muy Feliz Día.