Reflexión 17 de Agosto

17.08.2018
Buenos días
Veamos hoy otra VIRTUD que no la calificaría yo de importante, sino de CAPITAL en la vida de las personas.
Me refiero al ORDEN, cuyo defecto que se le contrapone, lógicamente es el DESORDEN, que todos, de una u otra manera, conocemos de cerca.
Hemos de considerar antes que nada, que el ORDEN emana del mismo DIOS CREADOR que todo lo hizo y lo formó en ARMONIA, de forma que la existencia en su origen tenga la SERENIDAD que conlleva el mismo ORDEN.
Siempre he tenido muy claro que "DONDE NO HAY ORDEN NO PUEDE HABER SANTIDAD".
Precisamente por lo apuntado más arriba en cuanto a la ARMONÍA y a la SERENIDAD, que necesita la persona para llevar la VIDA DE VIRTUD que requiere la Perfección Cristiana.
Si pensamos un poco, nos daremos cuenta enseguida de que la inclinación natural que nos viene del pecado original, es la de vivir al libre albedrio, sin orden ni concierto, huyendo de la DISCIPLINA,  que exige el poder mantener el ORDEN.
E incluso, las personas a las que les gusta ser ordenadas, necesitan esforzarse para mantener sus cosas y su vida en el ORDEN deseado.
Finalmente apuntamos un verdadero enemigo del ORDEN, el propio ritmo de la vida en la que nos encontramos inmersos.
Cuántas veces las circunstancias, compromisos u obligaciones que se han de atender, nos llevan a tener que cambiar planes o modificar proyectos.
Pues a pesar de todo, si no somos capaces de mantener el ORDEN de alguna manera, estaremos abocados al fracaso y hasta la ruina.
Revisemos nuestra ÍNTIMA relación con el ORDEN, y tomemos las decisiones necesarias para que el ORDEN presida y dirija todo el quehacer de cada día.
Y como el ORDEN exige CONSTANCIA, por eso cada día te pido que reces por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón 
MATER CHRISTI
Madrid - España