Reflexión 30 de Marzo

Buenos días.
Nos acercamos al comienzo de la Semana Santa con la Celebración del Domingo de Ramos dentro de tres días.
Sigamos con el mayor entusiasmo posible este camino cuaresmal, aunque ya vaya costando seguirle por lo largo que resulta, pues en este tiempo que vivimos, en lo que todo es inmediatez y ‘pasar la página’ sin entretenerse demasiado, cuarenta días puede resultar tedioso, aunque luego, por otra parte, nos quejemos de que el tiempo ‘pasa sin sentirlo’.
Hoy vamos a contemplar la décima estación del Vía Crucis: Jesús es despojado de las vestiduras. Duro momento éste para el Señor Jesucristo, donde experimenta la totalidad de su desaparición humana antes de morir al ser ‘despojado’ de lo poco que le queda.
En la vida, la persona y no digamos el cristiano, debería ‘despojarse’ de tantas cosas inútiles que va acumulando, también ‘despojarse’ de sentimientos y pensamientos nocivos que ha admitido que se acumulen en el corazón, haciendo que quede muy lejos de aquel corazón limpio que el Señor desea y necesita para que el hombre pueda verle: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 5,8).
Sin dejar de lado el otro aspecto que se puede sufrir, como fue en el Calvario el despojamiento por parte de ajenos y por las más diversas circunstancias, en el orden moral, social u otros.
Reza ya a este Señor Jesucristo en el Calvario, para que con su Preciosísima Sangre cubra a todos los Hermanos que aquí nos encontramos en su Santísima Madre, los alivie en sus necesidades y los fortalezca en todos sus buenos proyectos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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