Reflexión 10 de Marzo

Buenos días.
Los viernes son siempre y durante todo el año días de penitencia, pero los de Cuaresma lo son de una forma más significativa, pues se han de observar en el espíritu que nos indica la Iglesia, representado en la abstinencia de comer carne.
Pero la penitencia, el espíritu de penitencia, debe ser algo que ha de estar presente en la vida del hombre siempre.
Del cristiano porque por ese camino vencerá las pasiones del corazón y de la carne, y podrá vivir más en el agrado de Dios, y del no creyente porque por la penitencia que le trae la propia vida, podrá salir delante de una manera digna.
Como quiera que sea, se debería fomentar el espíritu de penitencia para poder alcanzar esa madurez que se necesita y que siempre queda algún punto por lograr.
San Juan Bosco dice una cosa que es para tener muy en cuenta: “Decídete, pues, a servir al Señor y haz penitencia; no esperes para cuando ya no sea tiempo”, lo que recuerda aquello que San Pablo dice a los Corintios en 2 Cor 6,2: “En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé. Pues mirad: ahora es tiempo favorable, ahora es el día de la salvación”.
Animados por el ambiente cuaresmal que nos debe envolver, trabajemos seriamente por la salvación de nuestra alma, pues al tiempo trabajaremos por la de los demás, y también porque este mundo no descarrile en el camino de desorden moral que lleva a una velocidad tan considerable como preocupante.
Reza al Sagrado Corazón de Jesús, con gran confianza, por todas las necesidades de los Hermanos que volvemos a encontrarnos hoy aquí, en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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