Reflexión 14 de Marzo

Buenos días.
Si preguntaran sobre las dificultades que uno encuentra en el camino cuaresmal, ¿qué cabría responder?
Quizás, iniciada ya la tercera semana y transitando por el ecuador de la Cuaresma, se podría responder que mantener el espíritu cuaresmal en tensión, puede representar un problema dado el ambiente en el que nos movemos.
Ya hemos visto en otras ocasiones que permanecer activos y perseverantes es algo duro de mantener, razón ésta por la que vemos con frecuencia cómo el ‘cansancio’ aborta muchas relaciones humanas y también trabajos y responsabilidades.
Pero lo cierto es que la Cuaresma dura 40 días y justamente hoy estamos en el día 20, por lo que nos queda otro tanto.
El Señor Jesucristo nos exhorta en el evangelio con insistencia a ‘perseverar’, y también a mantener el espíritu en vela, porque se ha de estar atentos, muy atentos, a lo que va sucediendo para saber dar la respuesta adecuada a los acontecimientos según se vayan sucediendo.
Por todo ello, habrá que retomar fuerzas, quizás mejor, rehacerse en la ilusión del comienzo y trazar para el tiempo que nos queda nuevas energías, mirando sobre todo al horizonte que nos aguarda: el Triduo Pascual.
Y ello lo haremos desde la Penitencia, la oración, la limosna y el ayuno, elementos que la Iglesia nos procura para el tiempo cuaresmal. Tú verás lo que los has empleado y lo que te han ayudado en su caso.
La oración, que cada día te pido en favor de las necesidades de los Hermanos, hoy puedes hacerla a la que es ‘Estrella de la mañana’ y ‘Refugio de los pecadores’, María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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