Reflexión 3 de Marzo

Buenos días en el Primer Viernes del mes de marzo, muy significativo para los fieles devotos de Jesús de Medinaceli, de aquí de Madrid.
Viernes de Cuaresma que nos invita de una manera muy significativa a la oración y a la penitencia, pero también al ejercicio de las Obras de Misericordia.
Cualquiera de las denominadas Obras Corporales de Misericordia, se nos ofrecen para ejercitarlas de forma muy particular en el tiempo cuaresmal.
Si además nos exigimos a nosotros mismos que al ejercitar tal o cual Obra de Misericordia, esté integrada por algo que no solo es el esfuerzo de ‘dar’ lo que se trate, sino que sea con la privación de eso que se da, en parte o completo, será ciertamente un gran acto de Amor.
Convendrá recordar que las Obras de Misericordia nacen del ejercicio de la Caridad, del Amor de Dios que se tiene por el fomento continuo de la relación con el Señor, así como el mismo Amor que Él nos ofrece de continuo.
Finalmente, convendrá también traer a la memoria cuáles son las Obras de Misericordia Corporales que nos enseña la Iglesia: Dar de comer al hambriento. Dar de beber al sediento. Dar posada al necesitado. Vestir al desnudo. Visitar al enfermo. Socorrer a los presos. Enterrar a los muertos.
Al Señor Jesús, en su Sagrado Corazón, te pido que le reces hoy en favor de todas las intenciones y necesidades de los Hermanos, que aquí volvemos a encontrarnos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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