Reflexión 23 Octubre


ALELUYA, ALELUYA, hoy es el Día del Señor, ALELUYA!!!
Buenos días Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. 
Cuando necesitamos estrechar nuestras relaciones con otras personas, buscamos tiempo suficiente para vernos, charlar, tomar algo, compartir....
Pues resulta que siempre tenemos pendiente estrechar más y más, nuestras relaciones con nuestro Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. 
Y aquí está la primera y principal razón del Domingo, del Día del Señor: Tiempo suficiente para encontrarnos con el Señor, hablarle, escucharle, compartir la mesa de su Palabra y de su Cuerpo y Sangre en la Santa Misa, para, en definitiva, conocerle más y mejor.
Pero además, lo que es muy importante, de gran transcendencia para nosotros, es conocernos cada uno a si mismo, más y mejor a la LUZ DE SU VERDAD y de SU AMOR, para lo que necesariamente tenemos que abrir el corazón y dejar al Señor que desenmascare nuestros miedos, egoísmos, vanidades,...; y a la vez, goce también con nuestras virtudes: generosidad, paciencia  y...?
Vamos, pues, alegres, al encuentro del Señor!!!