¡¡No llores!!

- No, no! No lloréis hermanos. Le hemos encontrado vivo.
- Pero... ¿Qué dices? Como no vamos a llorar si ha estado perdido tres días. No estaba no con su madre, no con su padre no con la comitiva.
- No lloréis!! Está vivo. María la de Magdala lo ha visto y ha hablado con Él. Estuvo también tres días oculto a nuestros ojos, pero ha aparecido.
- Entonces... ¿Es el mismo que aquel niño encontrado por sus padres el tercer día en el Templo?
- Exacto hermano. te lo aseguro es el mismo y ha resucitado.
- ¿Y María? Su madre ¿dónde está?
- En casa de Juan. Orando. Ella ya lo sabía y desde su muerte no ha dejado de orar.
- Entonces era verdad lo que decía el Maestro, pero yo no acababa de entenderlo. Ahora lo veo claro. Por fin mis cadenas se han roto ¡soy libre!
   ¡Dios mío, Señor mío! ¿Eres tú? Has resucitado por mi. Me has liberado del pecado. Con tu Resurrección el hombre tiene una nueva dimensión. Ya nunca tendré miedo porque me amas. Pero...¿Qué clase de Amor es ese, el tuyo?Nunca me había sentido amado de esta manera. No me cabe en la cabeza y sin embargo, me siento aliviado.
     Hoy es el triunfo de Cristo sobre la muerte.
     ¡¡ Alabado seas, mi Señor !!
     ¡¡ Aleluya !!