Reflexión 8 de Junio

Buenos días.
Siempre es muy interesante observar todo lo que ocurre en el entorno que tenemos e ir descubriendo, en el comportamiento de los otros y en el de uno mismo, las actitudes y conductas que se mantienen.
Una de ellas más llamativa es la de no ser puntual; cuánto cuesta mantener la fidelidad a la hora anunciada, pactada o como sea.
Encuentras a las personas corriendo porque dicen: “es que llego tarde”, y habría que responderles: no adelantas nada con correr, si hubieras salido a tiempo no necesitarías pasar por el agobio de no llegar, porque de poco sirve correr, lo importante, como hemos dicho, es partir con el tiempo que sea necesario y suficiente.
Pero así somos los mortales, y no parece que con mucha solución, porque eso de atender al consejo evangélico, que más que consejo es mandato, de “Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto” (Mt 5,48), debe ser para otros.
Es lástima no acabar de tomarse en serio las cosas, cuando además contamos con el tiempo limitado para alcanzar la ‘perfección’, que es lo que nos valdrá para no demorar la llegada al Cielo una vez hecho el tránsito de esta etapa a la vida a la etapa que llamamos ‘eternidad’.
Reza ya, por favor, al Señor Jesús presente y vivo en la Eucaristía, el favor de todas las necesidades de los Hermanos, que aquí nos encontramos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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